La excelencia del cerdo ibérico es la bellota

Si pensamos en productos delicatessen, el primero que se nos viene a la cabeza, es el ibérico. Es todo un placer el poder degustarlo, un manjar que está lleno de detalles, que con el paso del tiempo solamente ha ido mejorando sus inigualables características.

 

¿Cuál es su secreto? ¿Qué hace tan especial al cerdo ibérico?
La bellota es la respuesta, si, una sencilla bellota, puede hacer muchos cambios.

En la zona denominada "el paraíso de los Ibéricos", que son las dehesas de Salamanca, Toledo, Extremadura y Andalucía Occidental, se pueden avistar en campo abierto, incontables piaras de cerdos ibéricos disfrutando de la bellota, que son producidas por las encinas, alcornoques y en pequeña medida, también los quejigos.

El cerdo ibérico ha de estar en la dehesa y sin dehesa no hay cerdo ibérico. Para poder conseguir ese sabor tan característico y auténtico de jamón ibérico de bellota, solo es posible si el cerdo ibérico disfruta de una alimentación rica y plena en la montera.

¿Pero por qué es tan importante?

La bellota tiene un alto contenido en ácido oleico, más de un 60%, cantidad suficiente para conseguir ese cambio en la calidad, produce un sabor diferente tan característico de los jamones ibéricos de bellota, además del veteado de la carne. Una de las formas para saber, si estas ante un producto ibérico de verdad, alimentado con bellota, es que has de fijarte en que su grasa tiene una consistencia tan sutil que, una vez cortado y al contacto con la temperatura que tiene tu mano, la grasa se fundirá.

Para poder disfrutar de un jamón ibérico de bellota con una gran calidad, nada mejor que los productos ibéricos de Serranos Dico, donde cuidamos muy bien la selección de materias primas y donde garantizamos que los cerdos ibéricos son realmente alimentados con bellotas, un delicioso fruto.

La bellota en la encina